¿Están los pies de tu hijo preparados para la vuelta al cole?
Llegó septiembre y con ello la vuelta a la rutina con las clases escolares y los preparativos para el nuevo curso (ropa, uniforme, zapatos, etc…). Ahora es también un buen momento para realizar una revisión podológica a los más pequeños de la casa, para confirmar el estado de salud de sus pies.
Detectar o asegurar la no existencia de patologías estructurales o funcionales en su miembro inferior y sus pies es clave para la evolución de la pisada del niño. Septiembre y Octubre son meses ideales para iniciar tratamientos de control y/o correctores en los pies de los más pequeños porque estos se pueden utilizar desde este momento de un forma más precisa por la tipología del calzado de invierno y porque es cuando los niños suelen realizar actividades deportivas semanales, donde el pie presenta mayor demanda y por tanto mayor riesgo de lesión.
Al igual que en el caso de los adultos, es recomendable llevar a los niños al podólogo al menos una vez al año, ya que durante la infancia es la etapa en la que estamos a tiempo prevenir patologías que podrían manifestar dolencias o alteraciones en la pisada en la edad adulta.
Los podólogos recomendamos llevar a los niños a su primera visita podológica cuando tienen entre 4 y 5 años de edad para realizarles un estudio de la pisada. En estas edades la marcha del niño ya está adquirida y existen unos criterios de normalidad que nos permiten valorarla. Por ejemplo, la mayoría de los niños que se encuentran en esta franja de edad presentan el pie plano y esto suele ser normal hasta los 8 años de edad, no obstante, es importante valorar en este momento si este aplanamiento es fisiológico o no. El podólogo es el profesional sanitario más adecuado para valorar y controlar la evolución del pie del niño.
En casa, los padres, deben observar cómo evoluciona el apoyo del pequeño desde el inicio de la marcha, fijándose en cómo camina y corre, si presenta dificultades al desplazarse, si se tropieza a menudo, si camina de puntillas, si mete las puntas de los pies hacia adentro o hacia afuera, o si junta en exceso las rodillas.
Estos primeros días de septiembre en los que se preparan todos los detalles para la vuelta al cole y se compran muchas cosas necesarias, como el uniforme, el material escolar y el calzado, sería recomendable que antes de comprar el calzado escolar visitáramos al podólogo en Castellón para que este profesional sanitario ayudara a los padres a elegir el mejor calzado para el pie de su hijo, ya que cada persona tiene un determinado tipo pie y el calzado de uso diario es clave para el cuidado de la pisada del niño.
El uso de un calzado inadecuado durante poco o mucho tiempo puede potenciar deformidades de base o generarlas directamente sobre un pie sano. Como por ejemplo deformidades en los dedos o en las uñas. De la misma manera que se suele llevar a los niños al dentista o al pediatra para realizar de forma periódica un seguimiento, se debe hacer con el podólogo.
Realizar una revisión anual para detectar y prevenir cualquier patología en los pies, rodillas, cadera o espalda es fundamental en edades tempranas. Tras el verano los pies requieren de una atención especial por varios motivos, por el cambio de calzado, por el inicio de la rutina deportiva y por la larga estancia en superficies acuáticas dónde se suele haber ido descalzo, ya que de estas se suelen derivar infecciones dermatológicas como los hongos y las verrugas plantares o papilomas.
Estamos en Castellón en la Calle Músico Perfecto Artola número 12 y puedes concertar una cita llamando al 964 81 50 61.